¿Qué enseña la Biblia acerca del matrimonio?

El día de hoy dedicaremos este post para examinar con precisión que es lo que enseña la Biblia acerca del matrimonio. Así podremos conocer con acertividad la directriz y voluntad divina sobre la unión matrimonial.

El matrimonio como tal es una relación que ha sido instituida por Dios y es aprobada de forma general por la sociedad. El matrimonio trata sobre la relación de un hombre y una mujer que consienten mutuamente tener una relación de amor y ayuda mutua.

Podemos ver a lo largo de la historia humana, que cada sociedad ha establecido sus propias normas o lineamientostos morales para el matrimonio, la definición propia de lo que es fornicación y adulterio, esto con el propósito de salvaguardar lo más apreciado, la familia.

En los tiempos bíblicos, el matrimonio formaba parte de los aspectos esenciales de la vida. El matrimonio estaba regulado por leyes y conceptos pertinentes.

A continuación veremos el desarrollo del matrimonio en los tiempos del Antiguo Testamento y la enseñanza moral para así tener un estudio completo sobre lo que en enseña la Biblia acerca del matrimonio.

Lo que ensaña la Biblia acerca del matrimonio.

El matrimonio en los tiempos del Antiguo Testamento.

Comenzaremos viendo que es lo que enseña la Biblia acerca del matrimonio en los tiempos bíblicos del Antiguo Testamento. ¡Esto está interesante!

En conformidad a la voluntad expresa de Dios (Génesis 1:28; 2:18; 22), el matrimonio debía de ser una práctica general en Israel. Existían viudas, pero no solteras o solteros mayores de la edad para casarse.

En el tiempo Antiguo los jóvenes eran desposados o comprometidos con anticipación bajo consentimiento mutuo de ambas familias y una vez que llegaba la edad para casarse, los jóvenes simplemente se casaban, sin haber tenido antes alguna interacción romántica.

El celibato o abstinencia no existía, más que únicamente para los eunucos, que como consecuencia de un defecto congénito, accidente o la castración habían perdido la capacidad de sostener relaciones sexuales.

El profeta Jeremías es un caso aislado y una excepción ampliamente notable, de alguien que no se caso en el Antiguo Israel (Jeremías 16:2). Por otro lado los nazareos se abstenian, pero dicha abstinencia era temporal.

En contra de la voluntad divina, el ideal de la fecundidad (tener muchos hijos Cf. Jueces 8:30; 2 Reyes 10:1) conducía a la poligamia (Deuteronomio 25:1; 1 Samuel 1:2). Esta conducta fue ampliamente condenada en otras partes de la Biblia (Génesis 4:19-24; 29:31-30:24).

Los reyes tenían la costumbre de contraer un gran número de uniones nupciales, algunas motivadas por el amor (2 Samuel 11:2) y otras por intereses políticos (1 Reyes 3:1). En estos harenes que se construían los reyes era prácticamente imposible que existiera el amor como el vínculo perfecto (Ester 2:12-17; Colosenses 3:14).

A pesar de todas esas manchas morales en relación al matrimonio en los tiempos del Antiguo Testamento, también existía el afecto exclusivo (Génesis 25:19-28; 41:50; Proverbios 5:15-20; Cantares; Ezequiel 24:15-18) que ya prevalecía en el Judaísmo en el siglo Primero de nuestra era.

Enseñanzas morales en relación al matrimonio.

Para concluir con este estudio sobre lo que enseña la Biblia acerca del matrimonio, hace falta que veamos las enseñanzas morales en relación al matrimonio y es lo que veremos a continuación.

La frase «marido de una sola mujer» (1 Timoteo 3:2) se refiere a que los cristianos que se divorciaban bajo la voluntad permisiva de Dios por la unión nupcial con alguien no creyente (1 Corintios 7:17-21) no cumplían con la idoneidad moral para el pastorado.

El Nuevo Testamento nos define el principio de que el creyente debe de casarse únicamente con otro creyente(1 Corintios 7:39).

La sexualidad dentro del matrimonio fue parte de la excelencia que Dios vio en toda la creación (Génesis 1:27; 31; 2:18-25). El matrimonio fue instituido por Dios ante de la caída del hombre en el pecado. La naturaleza misma del hombre demandaba la necesidad de una compañía idónea, Dios vio tal necesidad y la cubrió con la creación de la mujer.

1 Corintios 6:16 esclarece que significa literalmente que el hombre se unirá a la mujer en una misma carne, y dicha unión se perpetra en la unión sexual.

El matrimonio como tal, de acuerdo a la definición bíblica consiste en la unión de un hombre y una mujer que deciden unirse en todo sentido para su plena satisfacción mutua, así establecer un hogar, formar una familia y respetar los votos nupciales hasta la muerte (Romanos 7:2).

El amor en el matrimonio se manifiesta en el sentimiento de sometimiento mutuo (Efesios 5:21-33), en donde el marido es la cabeza o el líder amoroso de la esposa y ella es la gloria de su esposo.

El matrimonio se establece por medio de un contrato legal. La existencia y registro de dicho contrato legal es lo que da validez a una unión para ser reconocida como matrimonio ante Dios y la sociedad.

La acción de contraer matrimonio con alguien creyente (1 Corintios 7:39) trae consigo una regocijo y apoyo entre la congregación a la cual pertenecen los novios, dando ese toque de carácter eclesiástico, que sin ser un sacramento, sin duda glorifica a Jesús.

La sexualidad desempeña un papel importante en el matrimonio tanto a nivel práctico, como a nivel bíblico. Dado a que el matrimonio es en donde se pueden dar las relaciones sexuales sin que éstas sean pecado. Las relaciones sexuales como tal no son el papel fundamental del matrimonio, dado a que lejos de los principios morales de Dios pueden las personas tener relaciones sexuales (Caer en fornicación, adulterio y prostitución).

También pueden haber uniones matrimoniales en las que no hay relaciones sexuales dado a circunstancias ajenas a la voluntad de los implicados (por casos de accidente o enfermedad).

Otra circunstancia en la que un matrimonio puede prescindir de las relaciones sexuales, es cuando la pareja bajo un consentimiento mutuo deciden dedicarse a la oración (1 Corintios 7:5), pero a pesar de ello se recomienda limitar la duración de la abstinencia. Las relaciones sexuales como expresión de amor (Marcos 10:8; Hebreos 13:4) son un deber mutuo de la pareja (1 Corintios 7:3-5).

Una vez que la pareja decide procrear hijos, pasan a ser una familia «en el Señor» (Cf. Efesios 5:21; 6:1-4; 1 Timoteo 2:15; 3:4; 5:8).

De esta forma concluyó con este post sobre lo que enseña la Biblia acerca del matrimonio, esperando que sea de bendición para tu vida. Un saludo y bendiciones. 🙌🙏

Puedes acceder a mi publicación anterior AQUÍ: ¿Qué enseña la Biblia acerca de la familia?

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