¿Deben los cristianos meterse en la política?

Este asunto de la política en ocasiones es un temas tabú entre los creyentes. Y es que en relación a esto hay opiniones divididas. Algunos piensan que por nada del mundo los cristianos deben de meterse en la política y otros que no ven nada de malo en ello.

En varios ocasiones he escrito esto: «Las opiniones van y vienen, pero a nosotros nos corresponde saber que es lo que dice la Biblia sobre el tema«. Y justamente es eso lo que haremos a lo largo de esta publicación.

Como creyentes no podemos caer en la tentación de elevar una opinión personal al mismo nivel de autoridad que la Biblia. Muchas personas que afirman que es malo o que no hay nada de malo que los cristianos se metan en la política lo hacen basados únicamente en su opinión y no se preocupan por verificarla en la Escritura.

Asi que antes de afirmar o negar si los cristianos deben de meterse o no en política hace falta observar la enseñanza bíblica al respecto.

Por ejemplo en el antiguo Israel la política siempre jugo un papel importante. Para ese tiempo el gobierno era Teocrático (Dios gobernaba directamente sobre ellos por medio de los sacerdotes y profetas. En otras palabras Dios mismo asumió roles políticos para esa época. Dicho gobierno terminó hasta que el pueblo israelita pidió un rey (1 Samuel 8).

Desde entonces el gobierno en Israel pasó de Teocrático a dinastía (el Reino casi siempre era heredado a un hijo o familiar del antiguo rey).

El creyente y la política.

En este punto veremos la enseñanza de la Biblia sobre la política y después podremos saber si deben los cristianos meterse o involucrarse en la política.

Podemos notar que la Biblia nos dice que como creyentes debemos de someternos a las autoridades y eso incluye también a las autoridades políticas (Romanos 13:1-2), porque dichas autoridades han sido establecidas por Dios para nuestro bienestar (1 Pedro 2:13-15) y tenemos la obligación espiritual de orar por ellas (1 Timoteo 2:2-3).

Con respecto a esto sabemos que el ejercicio de la Iglesia no tiene nada que ver con la política. La obra de la Iglesia consiste en la predicación del Evangelio, la adoración, mantener el estándar moral en la sociedad y brindar comunión religiosa.

Por lo tanto jamás debería de ser una prioridad para la congregación los asuntos políticos, ya que sería una desviación del propósito original de la Iglesia.

Por otro lado 2 Timoteo 2:4 dice que si militamos en el Evangelio no debemos de enredarnos en las cosas del mundo a fin de agradar a Dios.

Alguien podría objetar y decir que este versículo dice prácticamente que los cristianos no deben de meterse en la política, pero no es así. El versículo no habla de eso, sino de que si alguien busca permanecer en el reino de Dios no pone en primer prioridad los asuntos terrenales y esto si podría ser aplicable también a la política.

Podemos notar que desde una perspectiva legítimamente bíblica Dios no prohibe que los cristianos se metan en la política.

Desde una perspectiva puramente bíblica, se concluye que Dios no prohibe el involucramiento del cristiano en la política, pero eso no responde en ninguna manera si los pastores deben de meterse en política.

Recomendaciones para el creyente político.

Antes de comenzar con este apartado quiero hacer la siguiente observación: «El simple hecho de que un gobernante o funcionario público sea cristiano no significa que tendrá la capacidad de aplicar las políticas correctas durante su gobierno o período«.

1. Si un creyente desea involucrarse en la política no debería de descuidar su relación íntima con Dios, para que mantenga viva la llama del amor hacia a Dios y sea temeroso de Él.
2. Las personas que están involucradas en la política tienen un sus manos un gran poder y muchas influencias. El temor de Dios en el creyente es lo que le ayudará a no contaminarse en actos de corrupción.
3. Por otro lado el creyente no debería de separar jamás su cosmovisión cristiana de la política.
4. Deben de predominar los valores morales y espirituales de Dios por encima de los intereses políticos.
5. Debe de preocuparse por cultivar continuamente su vida espiritual.
6. Tener conciencia de que por encima de todas las cosas, se es antes cristiano.
7. Poner la voluntad de Dios en primer lugar.
8. Procurar el beneficio de la comunidad a la que sirve.
9. Ejercer con legitimidad sus funciones y privilegios.
10. Aprovechar sus influencias para que de un modo a otro promover el amor a Dios, su voluntad y el Evangelio.

Así que los cristianos pueden involucrarse en la política. Pero ya considerar si los cristianos deben o no meterse en la política es algo que le corresponde decidir a cada persona, es algo que debe de decidir sobre si misma y no sobre los demás.

Si alguien considera que los cristianos no deben de meterse en la politica, esta bien que piense de esa manera. Lo malo sería que esa persona condene a aquellos creyentes que no comparte su opinión. De igual forma si alguien considera que no hay problema en que un cristiano se envuelva en la política no debería de ver con desprecio a las personas que no comparten su opinión.

Este asunto de la política, no puede ser un tema que nos divida como creyentes. Por encima de todo debemos de preocuparnos por mantener la unidad del Espíritu (Efesios 4:3).

Sinceramente espero que este post haya sido de bendición para tu vida. ¡Te animo a dejar tu comentario, quiero saber que opinas o si tienes alguna duda al respecto! ¡Te estaré leyendo y respondiendo! Dios te bendiga. 🙏🙏🙏

Puedes acceder a mi publicación anterior AQUÍ: ¿Es pecado decir malas palabras?

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Kevin H. Dávila

Escritor, y youtuber cristiano ampliamente comprometido con la verdad. Fundador y Webmaster de la plataforma digital: Pura Biblia.

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