¿Qué estás sembrando?

Dios ha establecido una ley eterna que dice: «Lo que siembras cosecharás.» por esta razón debemos de pensar o reflexionar sobre nuestro andar diario en medio de la vida cristiana.

📖 Lectura bíblica:

«No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe.» Gálatas 6:9-10 (RVR1960)

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En este pasaje, el apóstol Pablo anima a los hermanos de la ciudad de Galacia, les dice que no se cansen de el hacer el bien, sino que sigan avanzando, que deben permanecer haciendo el bien, porque los que siembran para el espíritu a su debido tiempo cosecharán muchas bendiciones.

Pablo nos está presentando un gran principio que nunca cambia y que opera en todos los ámbitos de la vida. El principio es que todo aquello que sembremos, eso es lo que vamos a cosechar.

A veces se hace complicado sembrar cosas buenas cuando en este mundo la mayoría de las personas hacen todo lo contrario y aun así, y es posible que veamos que a esas personas les va bien en todo, pero ante esta contrariedad debemos ser conscientes de que lo bueno que puedan estar disfrutando, no será para siempre, porque más temprano que tarde Dios hará valer su justicia.

El cristiano es llamado a vivir una vida distinta: «Ser luz en medio de la oscuridad, perdonar al que le ofende, abnegarse amando al prójimo, ir en una sola dirección, no sólo distinta sino opuesta a la del resto de las personas, postergarse a sí mismos para darle prioridad al otro.»

Hay personas que se creen super justas, que dicen llevar la bandera de la Santidad, pero cuando les llega el momento de ayudar al necesitado, su reacción es darle la espalda.

Hoy pareciera que no hay tiempo ni ganas de ayudar a otros, se deja de lado el mayor y mas grande mandamiento de Jesús: «…Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos.» Marcos 12:31

Como cristianos, tenemos la responsabilidad de estar con quien lo necesite, siempre dispuestos a tender una mano amiga, dispuestos todo el tiempo a dar apoyo moral y espiritual cuando veamos la necesidad.

Por lo tanto, no te canses de hacer el bien, porque si no es hoy, llegará el día que Dios te mande a esa persona para sembrar el bien, por eso no endurezca tu corazón, porque tal vez termines menospreciando a esa persona.

Si a alguien que le dolió hacer el bien todo el tiempo fue a Jesús, pero no se cansó porque Él no esperaba en la gente, sino que esperaba en Dios.

¿Cuánto tiempo debes seguir orando por aquellos que amas? Pablo te dice: «No te canses de hacer bien; porque a su tiempo cosecharás»

¿Cuántas veces tendrás que extender tu mano? Pablo te dice: «Siempre que tengas la oportunidad, haz bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe»

Hacer el bien es más beneficioso que hacer mal, se necesita de fe y determinación para querer agradar al Señor. Ahora te pregunto directamente: ¿Qué vas a hacer? ¿El bien o el mal?

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