Solo el Señor será exaltado.

La Biblia nos enseña en reiteradas ocasiones que Dios pide para sí mismo una adoración exclusiva y sabemos que a pesar de los actos de idolatría, sólo Dios prevalecerá al final y sólo Él será exaltado.

«La altivez del hombre será abatida, y la arrogancia humana será humillada. En aquel día sólo el Señor será exaltado, y los ídolos desaparecerán por completo.» Isaías 2:17-18 (NVI)

¡Si no tienes ánimos de leer puedes escuchar o ver el vídeo!

En este pasaje, Isaías nos dice que Dios promete un último día en el cuál, toda la arrogancia humana quedará eliminada y todos los dioses falsos desaparecerán, pero además en ese día, los hijos de Dios estarán gozosos.

Según lo que describe Isaías, la altivez, la arrogancia y la autosuficiencia de las personas, están relacionados con la negación de la autoridad y la majestad de Dios en todos los aspectos.

Muchas veces se reemplaza el poder de Dios por la confianza en sabiduría humana o en otros dioses.

Cuando los hombres logran algún éxito, ya sea con la sabiduría del mundo o por la obtención de riquezas, en general se vuelven altivos y arrogantes.

Estas malas actitudes, los conducen a sentirse autosuficientes y sin necesidad de Dios, lo que pasa a ser el principio de su caída.

La altivez, la arrogancia y la soberbia, son pecados en los que fácilmente cualquiera puede caer; y sorprende que muchas veces los que decimos que somos hijos de Dios, somos los que más fácil nos dejamos contaminar por estos malos sentimientos.

Una persona altiva se cree ser algo sin serlo, se cree capaz sin estar capacitado y cree tener los recursos sin tenerlos.

Ser engañado es muy peligroso, pero engañarse a sí mismo es más peligroso todavía, ya que tendremos muchos inconvenientes por creernos más de lo que somos.

Pidámosle a Dios que nos ayude a ser mansos y humildes de corazón, conforme el modelo de Jesús, que nos de amor y bondad para los demás, que nunca tengamos un concepto más alto de nosotros mismos del que debamos tener, que siempre estimemos de mayor valor a los demás, en lugar de verlos como menos que nosotros.

Que no se nos olvide que Dios nos mira a todos de la misma manera; al rico y al pobre, al bonito y al feo, al limpio y al sucio, al pecador y al justo.

No somos más que los demás, delante de Dios tenemos la misma oportunidad de recibir su perdón, su amor y su Gracia, basta con que nos rindamos a sus pies y reconozcamos que Él es el Señor por sobre todo lo que existe.

Si hay altivez en tu corazón, renuncia a ella, porque tarde o temprano Dios te humillará y la vergüenza será peor, porque a donde nos has querido ir te llevará, lo que no quisiste hacer lo tendrás que hacer, porque te va a enseñar que el cielo no se «gana» con la altivez sino con humildad.

Muchos pensaron que jamás pagarían el precio de su altivez, pero con el tiempo comprobaron lo contrario.

Reflexiona en lo siguiente:


🔴 ¿Por qué no entenderlo antes que sea demasiado tarde?

🔴 ¿Te crees autosuficiente y que todo lo puedes?

🔴 ¿Depositas todas tus cargas en el Señor?

🔴 ¿Buscas exaltar con tu vida el nombre de Dios?

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